miércoles, 5 de agosto de 2009

Tecnologías para crear un mejor ecosistema

Por Rodrigo Herrera Vegas
Para lanacion.com



El desarrollo de diversas tecnologías permitió, en las últimas décadas, grandes avances en las telecomunicaciones, en la industria automotriz y en muchos otros campos más. Todo progreso implica nuevos desafíos, como la búsqueda de nuevas fuentes de energía limpia y renovable, con el objetivo de evitar daños al medio ambiente que habitamos.

De esta forma, el proyecto "Biosphere 2" comenzó en la década del 80, con el objetivo de entender mejor el funcionamiento de nuestro ecosistema y eventualmente en el futuro poder sobrevivir en otros planetas de nuestro sistema solar. Ideado por el visionario John Allen , y financiado por empresas privadas, consiste en la recreación de un planeta Tierra en miniatura ubicado sobre nuestro planeta.

Este ecosistema artificial esta cerrado de forma completamente hermética, de vidrio y acero por arriba y por un bloque de acero por debajo.

Una biosfera es esencialmente un sistema cerrado a nivel material, no entra ni sale materia, pero abierto energéticamente. El planeta tierra es una biosfera. Despreciando los rayos cósmicos que nos bombardean en cada instante y los meteoritos ocasionales, se puede considerar que es un sistema cerrado a nivel material y abierto a la radiación que nos ofrece el sol.

Los propios científicos consideraban a Biosphere 2 como "un oasis arriba de un portaviones". La parte inferior está compuesta por sofisticados sistemas que incluyen bombas, válvulas y tanques de agua simulando circulaciones naturales. Su superficie de 1.4 hectáreas incluye una selva tropical, un pantano, un desierto y por supuesto el hábitat destinado para los ocho humanos junto con los laboratorios de investigación.





El volumen total es de 161,000 m³. Durante los 4 años que se tardaron en fabricar las instalaciones, se fueron agregando plantas, animales y bacterias para generar ecosistemas lo más parecidos posibles a los existentes.

En 1991, ingresaron cuatro mujeres y cuatro hombres para realizar experimentos y estudiar el comportamiento de estos ecosistemas cerrados y sus interacciones durante un período de dos años. Sin contacto material con el mundo externo, podían hablar por teléfono con sus parientes y amigos. Tenían que cultivar todos sus alimentos en una huerta orgánica y el agua debía ser reciclada para su consumo. Todos los desechos son reciclados y purificados por plantas y microorganismos.

Jane Poynter , una de las científicas del equipo presentó su experiencia en el TED talk que les recomiendo ver.



El mayor obstáculo con el que se encontraron fue una fuerte caída de su nivel de oxígeno al poco tiempo de empezar. Los ocho científicos estaban dedicados plenamente a analizar este problema ya que estaba comprometiendo el proyecto. Queda claro que sus vidas no estaban en peligro, teniendo siempre abierta la posibilidad de salir de Biosphere 2 si la situación creaba peligro para su salud.

Se calculó que la pérdida de oxígeno ascendía a 7 toneladas, pero teniendo la certeza que no podían estar en otro lugar que dentro de las instalaciones. El nivel de oxígeno había bajado del estandar de 21% al 14% en el aire que respiraban.

Llegó un momento en el cuál se empezó a deteriorar la salud de los ocupantes y se debió inyectar aire desde el exterior. Posteriormente, los científicos llegaron a entender el problema: habían colocado demasiado carbono en el suelo bajo forma de compost, y este último al desintegrarse, retiró oxígeno del aire, agregó dióxido de carbono que se fue incorporando al hormigón presente en las instalaciones. Una valiosa lección, sobre todo porque fue el único inconveniente significante durante el experimento.




Poynter nos relata en su charla como a travéz de la experiencia de sentir que tenía una influencia directa sobre su ecosistema y a su vez este último influía en su persona ha logrado un mayor nivel de conciencia de unidad respecto del mundo en que vivimos. Este concepto es muy dificil de percibir para la mayoría de nosotros, ya que estamos acostumbrados a concebir el mundo desde la separacón de elementos.

Asimismo, remarca que al exhalar CO2 cuando respiraba, estos átomos se incorporaban en las batatas que cultivaban, para luego volver de alguna forma a su organismo cuando las comía. Inclusive, como ella lo definió, "comiéndose a sí misma de una extraña manera".

Nuestro planeta tierra es Biosphere 2 y es la única que tenemos. La opción de inyectar oxígeno de afuera aún no existe. Cuidémosla y pensemos antes de tirar pilas o baterías a la basura, de dejar la canilla abierta, o de manejar a 160km/h emitiendo el doble de gases de efecto invernadero.

Rodrigo Herrera Vegas es co-fundador de sustentator.org